domingo, 19 de enero de 2014

FILOSOFÍA, UNA DISCIPLINA GLOBAL, CON VOCACIÓN UNIVERSAL Y HUMANÍSTICA



Como bien se reconoce, la Filosofía (como acto de pensar intencionadamente) nace cuando el hombre empieza a razonar, a preguntarse sobre dos cuestiones esenciales que le preocupan en demasía: el hombre y el mundo.

El origen de la Filosofía, en el mundo occidental, se data en los países del mediterráneo, principalmente en Grecia, donde de forma sistemática los antiguos empezaron a hacerse las siguientes preguntas:

•    ¿Qué es el hombre?
•    ¿De dónde viene, a dónde va?,
•    ¿Qué quiere y qué hace el hombre en la vida?
•    ¿Qué es el mundo?
•    ¿Por qué hay cambios en la vida?
•    ¿De dónde vienen las cosas?
•    ¿Qué le da origen a todo?

Es así como grandes filósofos (antiguos, contemporáneos y modernos), han intentado dar respuesta a algunas de estas preguntas, y al parecer algunas de ellas siguen sin ser resueltas a satisfacción de la humanidad.

Desde los principios del hombre, se ha intentado transmitir el conocimiento de unos a otros en diferentes formas, pero ese conocimiento ha sido construido poco a poco  a través del análisis y reflexión de lo que pasa en el hombre y en el mundo.

Por lo tanto, la Filosofía es una disciplina que se muestra como universal, porque, como diría Miguel de Unamuno (retomando la idea del cómico romano Publio Terencio): “Soy humano y nada de lo humano me es ajeno”, es así que los temas que aborda la filosofía, en sus diferentes etapas y posturas, manifiesta un querer saber sobre el hombre y explicárselo, así como identificar lo que hay en el mundo, el orden que tiene y la relación que establece el hombre con ese gran entorno.

La filosofía, a través del tiempo, ha dado origen a conocimientos que hoy se consideran como científicos, porque están estructurados de forma lógica, coherente y pertinente y apuntalan el desarrollo de la humanidad, así como el establecimiento de una nueva relación entre el hombre con sus iguales y con su ambiente sociocultural, socialmente construido.

Es decir, sabemos que el hombre no puede vivir solo, que necesita de los demás, que es gregario, que busca siempre compartir con otros lo que ha estado aprendiendo, además de que desea seguir aprendiendo, y ese aprender que busca no es otra cosa que dar respuesta a las preguntas iniciales de la filosofía.

Encontrar el origen primario de las cosas y el fin último de las mismas son preocupaciones  constantes, y esas inquietudes han hecho que los hombres de ciencia, agranden el conocimiento acumulado de la humanidad.

En esta búsqueda de respuestas se han roto diferentes paradigmas o formas de creencias, tales como la forma en que está constituido el universo, el desarrollo de las diferentes culturas, las creencias que se tenían sobre el cuerpo y cómo funciona, así como el sentido de la vida y de la muerte, porque la muerte de cualquiera es la muerte entera, y cualquiera es todo el mundo, de ahí que la filosofía sea universal, porque es de todos y para todos, y sea humanística porque nos atañe a todos. 

De forma particular, el acercamiento que he tenido para el estudio de la filosofía me ha ayudado a entenderme mejor, y a preocuparme por cosas de mayor trascendencia, tales como,  ¿qué pasará en el mundo si continuamos con este nivel de vida en donde no siempre se busca el bienestar del hombre sino el dominio del mismo?,  e incluso he llegado a pensar en qué tipo de hombre se está construyendo con la forma en que somos educados, ¿se busca una continuidad directa o lineal o se promueve una nueva forma de convivir entre los hombres? La “superación” de la especie como tal, en este tiempo moderno, está siendo cuestionada por los múltiples descubrimientos en la ciencia y la tecnología, en donde por ejemplo, se habla de modificar el ADN, es decir, que aquello que nos distingue como “verdaderos humanos”, puede ser modificado de manera directa, en laboratorio o a partir de otros elementos que modificaría, enormemente el desarrollo de la humanidad.

Por todo lo anterior considero que la Filosofía debe ser una disciplina que se debe implementar no sólo en el bachillerato sino desde los primeros años de estudio en las escuelas, porque la necesidad de saber y comprender el mundo y al hombre es una inquietud universal. Es humanística porque ningún otro ser vivo tiene esta intención de conocer a propósito  sobre su propio desarrollo o su relación con su entorno, los otros lo hacen intuitivamente, sólo el hombre es el que lo hace razonadamente.

 

Lluvia Anais Sánchez González
III “A” Bach

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